Enfocada en diagnosticar todos los trastornos relacionados con alteraciones que pueden alterar el ciclo menstrual o la capacidad reproductora, mediante técnicas de imagen como la ecografía o la resonancia, así como estudios en sangre de los niveles hormonales.

Los tratamientos hormonales y los anticonceptivos han variado en los últimos años, sobre todo en su forma de administración. No solo están las típicas píldoras, sino también los parches semanales (se pegan a la piel como si fueran tiritas) o el anillo vaginal (se pone en la vagina durante 21 días). Estas nuevas formas de administración vienen muy bien para asegurar el cumplimiento en las más olvidadizas.

También los dispositivos intrauterinos de progesterona han supuesto un gran avance, no solo para corregir sangrados que no responden a tratamientos por vía oral, sino también como método anticonceptivo. Reducen tanto la regla que puede llegar a desaparecer sin que esto suponga perjuicio alguno, al contrario, muchas mujeres se sienten mejor sin estar pendientes de una regla que a veces condicionaba su actividad.